Tras tus pasos una canción a ritmo de París,
un contrabajo que ondula tus pasos,
y un violín que mueve tu pelo con gracia al caminar.
Vas por la calle cantándole al mundo tus ganas de vivir,
sonando la melodía de lo que andas soñando.
Guiñando a la vida,
pestañas que parecen dos platillos chasquear.
Te comes el mundo,
te comes París.
Y, de un salto te subes a la Torre Eiffel para colgarte de ella y admirar más allá de Sacre Coeur Y contagiar a ritmo de amor todo aquello que tus ojos ven.
Se te cayó la sonrisa por Trocadero
y la fuimos a buscar por las calles de Pigalle.
Ves en las calles partituras,
y es que eres pura música.
Sonando y soñando sólo tienen una letra que cambia totalmente el significado,
y es que sonando y soñando es lo que me pasa a mí contigo,
que sueño contigo al escuchar tu voz.
